Ser autónomo en España puede ser una experiencia emocionante y desafiante al mismo tiempo. Si bien puedes ser tu propio jefe y trabajar en lo que amas, también debes enfrentarte a la responsabilidad de pagar tus impuestos. Uno de los principales temores de muchos autónomos es no saber cuánto tendrán que pagar en impuestos. Si este es tu caso, no te preocupes. En este artículo, te explicamos cuánto paga un autónomo en España a nivel fiscal.
Qué es un autónomo en materia fiscal
En España, los autónomos son personas que trabajan por cuenta propia y no tienen un contrato de trabajo con una empresa. Como autónomo, eres responsable de todas tus obligaciones fiscales y de Seguridad Social.
Actualmente el ser autónomo no es nada “barato”, pienso que la legislación actual se basa en un concepto de empresario antiguo, que factura mucho dinero y que tiene a su cargo a una larga plantilla de trabajadores.
Nada que ver con el emprendedor actual que va con una mano delante y otra detrás. Y sin embargo, pagan lo mismo, el uno que el otro, salvo algunos casos que tienen bonificación.
Cuánto paga un autónomo en IRPF, IVA y Seguridad Social
Como autónomo en España, tienes que pagar varios impuestos a nivel fiscal. Tienes que realizar una serie de pagos, tanto hacienda como a la seguridad social por ejercer una actividad económica. Además tiene que cumplir, evidentemente, con una serie de leyes, LOPD, prevención de riesgos laborales y las inherentes a su actividad. Añade una colegiación obligatoria si fuera el caso y un asesor que te ayude con tu negocio.
Estos son algunos de los más importantes:
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
El IRPF es el impuesto que grava la renta de las personas físicas en España. Como autónomo, tendrás que declarar tus ingresos y pagar una determinada cantidad de impuestos según la escala que te corresponda.
El IRPF, que graba la renta de las personas y de los autónomos. Cuando se presenta la Declaración de la Renta cada año, Hacienda, devuelve o paga, en función del beneficio. El IRPF puede oscilar entre el 9% y el 45%. Los autónomos tienen que declarar sus ingresos trimestralmente y pagar el impuesto correspondiente.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El IVA es un impuesto que se aplica al consumo de bienes y servicios en España. Como autónomo, tendrás que facturar a tus clientes con IVA y luego declarar y pagar este impuesto trimestralmente. En la mayoría de los casos supone una retención del 21 % sobre la base imponible de cada factura del autónomo.
En cuanto al impuesto del IVA , si bien recae al consumidor final, el autónomo es un intermediario, responsable de liquidarlo al final del trimestre y de devolver lo que ha cobrado en sus facturas emitidas en concepto de ese impuesto y de recibir lo que ha pagado. La diferencia se abona entre el IVA cobrado y el IVA pagado se declara en el Modelo 303.
Cuota a la Seguridad Social
Otro gasto es el de la cuota de la Seguridad Social, que supone pagar casi 300 euros mensualmente en la mayoría de los casos. Aunque esta cuota proporciona algunas coberturas, como la sanidad o la incapacidad temporal.
Impuesto de Sociedades, si tienes una sociedad
El Impuesto de Sociedades se aplica a las empresas que tienen una forma jurídica específica, como las sociedades limitadas. Si eres autónomo y no tienes una sociedad, no tendrás que pagar este impuesto.
¿Qué deducciones fiscales existen para los autónomos en España?
Afortunadamente, existen algunas deducciones fiscales que pueden ayudar a los autónomos a reducir la carga fiscal. A continuación, te presentamos algunas de las más importantes:
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Deducción por gastos de actividad: Los autónomos pueden deducir los gastos necesarios para llevar adelante su actividad económica, como los gastos de alquiler de un local, la compra de materiales o los gastos de transporte.
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Deducción por los gastos de la vivienda: Los autónomos que trabajan desde casa pueden deducir una parte de los gastos de su vivienda que están relacionados con su actividad, como la luz, el agua, el gas, etc.
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Deducción por la contratación de trabajadores: Los autónomos que contratan a trabajadores pueden deducir los gastos derivados de esta contratación, como los sueldos y las cotizaciones a la Seguridad Social.
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Deducción por inversiones: Los autónomos que realizan inversiones en su negocio pueden deducir una parte de los gastos que generan estas inversiones.
Es importante destacar que estas deducciones fiscales tienen ciertos requisitos y limitaciones, por lo que es recomendable buscar el asesoramiento de un buen Asesor fiscal en Granada Consultec, para aplicarlas de forma correcta y eficiente.